A veces, caza quien no amenaza, (Refranero popular español).

Ley 12/2001, de 20 de diciembre, de Tasas y Precios Públicos de la Comunidad de Castilla y León.

Artículo 5. Responsabilidades.

Las autoridades, funcionarios públicos, agentes u otro tipo de personal al servicio de la Administración General e Institucional de la Comunidad Autónoma que con dolo, culpa o negligencia graves exijan una tasa o un precio público indebidamente o adopten resoluciones o realicen actos que infrinjan la presente Ley o las demás normas reguladoras de esta materia, incurrirán en las responsabilidades que establece la Ley de la Hacienda de la Comunidad de Castilla y León.

Empezar un artículo citando una Ley puede parecer un tanto pretencioso en la forma, aunque distinto, si lo que contiene en el fondo, es una subida brutal en las tasas administrativas que los gobernantes de C y L. quieren cobrarnos.

El escándalo que supone lo pretendido por nuestros Administradores refleja la ineficacia y prepotencia que se refleja en sus medidas y que lo único que pretende es un afán recaudatorio, sin especificar antes, las causas razonables y racionadas que nos deben como administrados que somos, esta medida parece mas encaminada a menguar un colectivo como el nuestro que año tras año no hace sino perder miembros activos en nuestras filas, ya que si la crisis económica que tan brillantemente nos legan estos Srs. Han logrado que muchos cazadores hayan tenido que colgar sus aperos, tapan su ineficacia, con medidas a los colectivos que menos guerra les dan, aunque creemos que ya es hora de planteamientos mas beligerantes por nuestra parte, para conseguir  un tratamiento más honorable.

Las tasas a diferencia de otros impuestos, son tributos cuyo cobro a los contribuyentes solo se efectúa a los que utilizan un servicio prestado por la administración y no debe suponer una fuente ni de ingresos adicionales, ni un coste para la propia administración.

Esto está previsto que se consiga, exigiéndose que para calcular el importe de una tasa sea preceptivo la confección de un presupuesto previo que dividido entre la previsión de usuarios determine el importe unitario o en su caso el % a aplicar.

Difícilmente en los momentos actuales se justifica un incremento de las tasas justificando los incremento de costes, porque lo que debería ser su principal componente, los salarios de los funcionarios encargados de tramitar las licencias, no solo se han congelado sino que disminuirán por la eliminación de la paga de navidad.

De existir una justificación para el incremento pretendido a modo de justificación autoritaria, solo puede venir por  la drástica disminución del numero de Licencias expedidas, lo que ni mucho menos es causa, porque en cualquier empresa la disminución de la carga de trabajo, se compensa con la disminución del numero de trabajadores a ella dedicados.

A esto habría que añadir que la informatización acometida desde hace unos años en los trámites de expedición debería haber trasladado al precio de la licencia la disminución de su coste de expedición lo que no se ha producido.

Como en muchos otros casos de tasas y precios públicos los incrementos anuales se realizan con el fin de cuadrar un presupuesto obviando siempre la necesaria justificación del trámite de determinación del presupuesto de gastos y previsión de ingresos.

Por lo tanto, nos duelen prendas para decirles que una vez mas, obtener la Licencia de Caza en C y L. no deja de ser imposible para los cazadores ya que obligados como estamos a pagarles su extraordinarios y abundantes sueldos, que con tantos y tantos recargos, tasas, gravámenes, y los que les ocurra , impide a muchos cazadores disponer del estipendio necesario para pagar, renovaciones, exámenes, licencias, cotos, armas , cartucheria, desplazamientos, piensos, perros, seguros de carreteras y mil agravios mas disponer cuando menos de unas pocas jornadas de caza al año sujetas a planes técnicos del todo ineficaces, estos pocos días de caza y ninguna pieza por el nulo control en nuestros campos en las actuaciones agrarias exterminadoras de nuestra fauna, que permiten estas Autoridades que nos lo cobran todo, y mil agravios mas, que son incapaces, y además ineficaces en poner freno a una naturaleza mucho mas  amenazada por la propia administración  que con negligencia y dejadez en sus funciones en temas tan básicos desvían la atención hacia otro lado, como  podemos comprobar los cazadores, que como tontos, seguimos aportando cantidades ingentes en la conservación del medio.

Nuestro deseo por salir al monte no nos nuble nuestra capacidad de ser beligerantes con la Administración, vuestra opinión nos da un mandato claro a la Federación de Caza de Castilla  y León. defender a ultranza la congelación de las distintas tasas mientras no nos den una opinión razonada y se incluyan en la Ley de Acompañamiento presupuestario de la Comunidad, ya que después de tantos despidos de funcionarios, rebajas salariales, aumentos de impuestos y nuestros Srs. Políticos no  prediquen ellos con el ejemplo y sigan en el carro de la abundancia y el despilfarro no serán escuchados por una masa tan importante como la nuestra harta y hastiada de sus cañonazos a nuestras vidas.

FEDERACION DE CAZA DE CASTILLA Y LEÓN.

Felipe Vegue.