INTRODUCCION

 

 

            La actividad con rehala en todo el ámbito nacional es grande y variada como corresponde a un país con tanta diversidad como el nuestro.

Prácticamente en toda su extensión se realiza la caza mayor en batida o montería con el auxilio de perros que van guiados por un perrero para levantar las piezas y que otros cazadores apostados en lugares fijos puedan dispararlas. 

Todo este conjunto de perros, perreros y puestos completan el conjunto de la cacería. Según la historia y tradición hay lugares donde los perros pueden ser  aportados entre todos los miembros de la cuadrilla  y lugares o costumbres donde puede haber alguien especialmente encargado para ello, según el dictado de la afición de cada uno.

En aquellos lugares donde uno de ellos se ocupa de los perros puede ser compensado por el resto de los compañeros por los gastos ocasionados por el mantenimiento de los mismos, aunque no siempre es asi.

Hay tradiciones donde el dueño y guía de los perros paga al igual que el resto de los cazadores una cantidad para poder cazar, al igual que aquellos que disparan, como en las originarias de Cantabria y Asturias, y allí donde este tipo de cuadrillas se desplaza para ejercer su afición aunque sea más lejos de sus límites, tales como León, Palencia, ya que debido a la evolución de transporte cada dia resulta más facil la movilidad, sin perder las costumbres.

En otras ocasiones son un grupo de amigos quienes se ocupan de aportar los perros, ocupando alternativamente entre ellos las labores de guía y de disparo. 

 En otras el dueño y guía de los perros es efectivametne recompensado por su labor. Y en otras la caza por desgracia se ha comercializado de tal forma que le persona responsable de los perros se ve inmersa en un maremágnum de economía.

Nuestra intención es ayudar y colaborar en la regularización sin que resulte dañado el caracter ocioso y deportivo que siempre ha tenido al caza.