Artículo de Francisco Beltrán

Publicado en ABC Córdoba

Las caracolas han vuelto ya a la Sierra de Córdoba, epicentro de la Montería Española. Una nueva temporada ha comenzado y, tras tantos meses de silencio, esperemos que sea para bien.

Los problemas para los que amamos y sentimos la Caza como una forma de vida, no serán menores que en pasadas temporadas. A los avatares climatológicos, escasez de piezas, etc., habrá que añadir los cada vez más numerosos trámites burocráticos que las diferentes Administraciones se empeñan en cargar sobre el mundo de la Caza.

Pero el auténtico “cáncer” de la Caza y los Cazadores comienza a ser la actitud de diversos grupúsculos psdoanimalistas, empeñados en preservar sus privilegios económicos (en forma de subvenciones) y obsesionados, cada vez de manera más flagrante, no en defender los derechos de los animales, sino en acabar con Cazadores, Pescadores y personas relacionadas con el Mundo Rural.

Estos animalistas de pacotilla manipulan, mienten, provocan, acosan y ofenden a unos sectores, el de la Caza, la Pesca y, por qué no decirlo, la Tauromaquia, para su desgracia, LEGALES; que practican sus aficiones conforme a unas tradiciones milenarias; pero en vanguardia de la legalidad vigente.

Pobrecitos…, todo sea por el “!sálvese quién pueda!, que hay defender el pesebre”.

Pero esta vez han pinchado en hueso (aunque les moleste, un símil taurino). Han conseguido lo que parecía imposible, unir a Cazadores, Pescadores, Taurinos y personas vinculadas al Mundo Rural.

Debemos agradecérselo. Ellos mismos se han hecho un flaco favor. Ahora sí que no podrán acabar con nosotros. Plantaremos batalla a toda esta estirpe de vividores; pero lo haremos con la Ley en la mano, sin provocar como ellos, sin algaradas desaforadas y patéticas y, sobre todo con la Razón de nuestra parte.

Se trata de un mero ejercicio de Libertad individual, alejado de sus totalitarias imposiciones de pensamiento único.

Avisados quedan. NO PODRÁN CON NOSOTROS.