Madrid, 3 de octubre.– El I Foro Caza y Sociedad, celebrado en Córdoba este pasado fin de semana, lanzó un mensaje de alerta ante las características cada vez más radicales que está adoptando el animalismo en España. Tanto es así que varios de los expertos que participaron en las jornadas alertaron de sus similitudes con los extremismos religiosos, hasta el punto de que, señalaron, se ha convertido en “el nuevo fundamentalismo de Occidente”.

Ésa fue una de las conclusiones del primero foro de este tipo que se celebra en España y que analizó tanto la situación y la regulación del bienestar animal como la situación que está generando en todos los ámbitos el avance de un animalismo radical. El I Foro Caza y Sociedad organizado en Córdoba por ARRECAL y la Federación Andaluza de Caza, con la colaboración de la Oficina Nacional de la Caza, es la primera iniciativa que desde un punto de vista científico, técnico, legal, pluridisciplinar, intenta analizar el problema, los desafíos, y sobre todo proponer y anticipar respuestas.

Para ello contó con la participación de Juan José Badiola, que ofreció la visión del mundo veterinario. Posteriormente se celebró una mesa redonda en la que intervinieron el veterinario Nicolás Urbani, el catedrático e investigador del IREC Christian Cortázar, y el abogado Santiago Ballesteros. También hablaron en la inauguración del evento el presidente de la Oficina Nacional de la Caza, Santiago Iturmendi, el presidente de la Federación Andaluza de Caza, José María Mancheño, el presidente del Colegio de Veterinarios de Córdoba, Antonio Arenas, y el vicepresidente de ARRECAL, Ángel Nuño.

Mientras José María Mancheño avisaba de la necesidad de” desarrollar un argumentario para contrarrestar la doctrina animalista”, Santiago Iturmendi denunciaba el “viaje a ninguna parte” a que nos lleva un sector radical que quiere imponer “condiciones de uso incompatibles con la propia condición de perros de trabajo, de caza, de rescate…”

Desde el punto de vista veterinario, Juan José Badiola señaló la contradicción de unos animalistas que en ocasiones demuestran por los animales una empatía que no sienten hacia las personas que piensan diferente. Además, lamentó que en muchas ocasiones en España se legisla “con demasiada rapidez, a petición de parte y sin valorar bien la realidad”. Puso como ejemplo la última normativa debatida en las Cortes, en la que se analizó la necesidad o no del corte de orejas y rabos a perros sin contar con los representantes de los veterinarios españoles.

Badiola dejó claro que “para los veterinarios la caza es una actividad muy respetable”, y en la misma línea se pronunció Antonio Arenas: “La caza es necesaria por razones éticas; es una herramienta más, necesaria, para el control de las poblaciones de herbívoros que los humanos hemos generado con la transformación del hábitat y la generación de biomasa”.

Entre las principales conclusiones del encuentro, destaca el hecho de que el animalismo radical comparte rasgos de las religiones y las ideologías radicales en las sociedades occidentales, tesis que plantearon tanto el veterinario Christian Cortázar como el abogado Santiago Ballesteros. Tanto es así que se puede decir que el animalismo “Es el nuevo fundamentalismo de occidente”.

Además, los participantes en el Foro Caza y Sociedad lo señalaron también como una “fuente de inseguridad jurídica”, ya que la promulgación de nuevas normas con categorías legales y definiciones nuevas, responsabilidades y obligaciones adicionales para los dueños de animales, introduce una fuerte e indeseable inseguridad jurídica. Una inseguridad jurídica que afecta especialmente al mantenimiento, transporte y caza con rehalas.

Los organizadores de este Foro trabajan ahora sobre todo el material que allí se expuso para elaborar un documento de conclusiones, que se hará público a lo largo de los próximos días.