Investigadores de la UCM crean una técnica para identificar las especies de ave de caza y evitar fraudes comerciales
MADRID, 7 Abr. (EUROPA PRESS) –
Investigadores de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) han desarrollado una técnica genética para identificar la carne de las distintas aves de caza que se consumen con mayor frecuencia en España, cuyos detalles han sido publicados en la revista ‘Poultry Science’, y con la que se puede evitar el uso fraudulento de especies comerciales y la caza furtiva de aves protegidas.

Según informa hoy la plataforma de noticias científicas SINC, con esta técnica rápida y sencilla se puede distinguir las carnes de codorniz (Coturnix coturnix), faisán (Phasianus colchicus), pintada (Numida meleagris), urogallo (Tetrao urogallo), becada (Scolopax rusticola) y paloma torcaz (Columba palumbus) y otras dos especies de perdiz con frecuente consumo en españa como la perdiz roja (Alectoris rufa) y la perdiz chukar (Alectoris chukar).

Así, la investigadora y una de las autoras del estudio María Rojas explicó que para aplicar la técnica es preciso extraer el ADN de la carne y amplificar un fragmento de la región ‘D-Loop mitocondrial’ de unos 310 pares de bases, mediante la reacción en cadena de la polimerasa (PCR).

“Ahora es posible diferenciar la carne de estas especies de la de otras aves de consumo habitual, como el pollo (Gallus gallus), el pavo (Meleagris gallopavo), el pato de berbería (Carina moschata) o la oca (Anser anser)”, añadió Rojas a SINC.

Los fragmentos de ADN amplificados se tratan después con tres “enzimas de restricción” para cortarlos e identificar las partes de la secuencia específicas de cada especie, mediante un análisis del “polimorfismo en la longitud de los fragmentos de restricción”(RFLP).

Las enzimas utilizadas para diferenciar las aves se denominan HinfI, MboII y Hpy188III. Los resultados de la aplicación conjunta de estas tres enzimas se visualiza con un análisis electroforético, un método que permite mostrar sobre un gel un perfil de bandas características para cada una de las especies.

Rojas subrayó que la técnica de PCR-RFLP es “sencilla, rápida y no requiere el uso de instrumental complejo, y se puede aplicar tanto en carnes crudas como tratadas térmicamente”.

Además, los investigadores han comenzado a usar en carnes cocinadas “cebadores-especie-específicos”, es decir, unas moléculas que sólo amplifican ciertos fragmentos pequeños y específicos de la especie buscada. Este estudio ha sido publicado ya por la revista ‘Food Control’.

Para Rosario Martín, otra de las autoras del estudio, con esta técnica para conocer la autenticidad de las carnes de caza se puede evitar las “prácticas fraudulentas derivadas de la sustitución de las especies más valoradas por otras de menor valor comercial y organoléptico”.

Igualmente, Martín insistió en que hay que prestar “especial atención” a los patés, productos picados, deshuesados o escabechados, porque en ellos no se distinguen las características morfológicas que permiten la identificación de la especie animal de procedencia. Debido al aumento del consumo de carne de caza en España, han aumentado las explotaciones dedicadas a la producción intensiva de codorniz, faisán, perdiz y pintada, en lo que se conoce como avicultura alternativa.

Identificando las distintas especies es importante verificar el cumplimiento de las prohibiciones y vedas de la ley de caza, luchar contra la caza furtiva y el comercio de especies en peligro como el urogallo.