“El proyecto de la Dirección General de los Derechos de los Animales que regula los núcleos zoológicos de animales de compañía supondría en la práctica la desaparición de cientos de rehalas”. Así lo asegura la Asociación de Rehalas Regionales Caza y Libertad (ARRECAL), que a través de las alegaciones presentadas ha mostrado su “más absoluta oposición” a este proyecto legislativo.

Para la entidad se trata de una iniciativa totalmente ajena a la realidad rural y que tendría unas consecuencias “nefastas” para el campo español en general y para el sector rehalero en particular, tanto por el aumento de la carga administrativa que supone, como por los costes que supondría su implantación y por los escasos plazos que se dan para su desarrollo. Unos costes obligados y para los que no se establecen ayudas compensatorias o alternativas efectivas, por lo que tendrían que ser soportados únicamente por los rehaleros, que en su gran mayoría realizan una actividad lúdico deportiva sin remuneración económica.

Según explican las alegaciones presentadas por ARRECAL, el proyecto prevé para los núcleos ya existentes un período “de adaptación” de 3 años, “que además de claramente insuficiente, debería contener la correspondiente dotación económica en concepto de subvención”. En caso contrario debería permitirse que estos núcleos preexistentes sigan como hasta ahora, “sin que les sea de aplicación este nuevo régimen legal”, ya que “de otro modo se condena a su cierre a miles de ellos”.

Por otra parte, la asociación rehalera carga contra “la enorme carga administrativa que para perreras de 6  o más perros, por ejemplo, se deban legalizar como núcleos zoológicos”, y también considera “ fuera de contexto” la figura del veterinario corresponsable de la instalación, ya que “esta situación no es obligatoria ni en las “macrogranjas” que albergan miles de animales de producción ; lo que supone asumir mayores costes aún, en un entorno económico claramente desfavorable”. “El caso es poner más trabas, requisitos, cargas, y burocracia sin basarse en un estricto análisis del riesgo. Lo contrario a facilitar el desarrollo de esta actividad”, añade ARRECAL.

“A la vista de lo expuesto, y de que los perros de rehala no son ni galgos en un piso, ni gatos en un apartamento, ni ovejas o vacas en un corral, volvemos a reivindicar la necesidad de que los perros de rehala, orientados a la consecución de una actividad hoy esencial como es la caza tengan su propio régimen jurídico”, añade la entidad.

Por lo que se refiere al detalle del texto, ARRECAL insiste en que “los perros de rehala no son animales de compañía”, y por lo tanto “deberían estar expresamente excluidos de este texto”, tal y como ya hacen tanto el Tribunal Supremo como el Convenio Europeo de Animales de Compañía.

“Es absolutamente desproporcionado y descabellado que todo aquel que tenga más 5 perros en un corral habilitado al efecto tenga que tener un núcleo zoológico, un libro registro… ¿tendrá el propietario de un piso que declararlo núcleo zoológico cuando le para la galga, o el caniche?”, apuntan las alegaciones.

Otro de los aspectos sorprendentes de este proyecto legislativo son los “conceptos jurídicos de nuevo cuño e innecesarios” que incluye. Es el caso de la diferenciación entre animal extraviado y animal abandonado, del “animal urbano” y del “gato comunitario”, entre otros.

El presidente de ARRECAL, Felipe Vegue, considera “imprescindible” que el Gobierno rectifique “en profundidad” el texto para adaptarlo a la realidad “de toda España, también de la España rural”, y que deje fuera del mismo a los perros de caza, “que nada tienen que ver con el espíritu de esta norma”.